No hay escritos más feos que una carta de
amor.
Personalmente, me parecen horribles.
Son conjuntos de palabras que para
cualquiera que no esté involucrado pueden sonar cursis, melosas y bastante idiotas.
Pero las cartas de amor también tienen un
poder que ningún otro escrito tiene. Generan una conexión única entre dos
personas. Solamente quien la escribe y aquella persona que la recibe pueden
entender de qué va. El autor deja su alma en las palabras, sin mantener ninguna
coherencia o estructura literaria, y el receptor siente un terremoto emocional porque
es increíble que alguien nos haga sentir tan queridos y deseados.
Por eso, son tan importantes. ¿Qué es el
amor sin cursilerías, locuras y melodramas? ¿Qué es más lindo que tener una
conexión única con una persona? Lo más
probable es que después queden en algún cajón que no vamos a abrir por un
montón de tiempo.
Pero cuando ese tiempo pase, y estemos
buscando alguna porquería que no quiere aparecer, ese papel se va a asomar y no
vamos a poder evitar releerlo y recordar lo bien que se sintió recibirlo.
PD: Este post mío es un reciclado de otro que ya no existe.